Los huastecos son un grupo étnico que habita en zonas de los estados de San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo. Se calcula que existen cerca de 200 mil hablantes de huasteco, o téenek, que es el nombre que se dan en su idioma.
Esta es la entrada a Tamaletom. Cuando se pasa por carretera sólo se ven sembradíos, platanales y maizales. Pero en esta comunidad viven 6 mil personas.
Los téenek son una derivación de la cultura maya y de acuerdo a vestigios arqueológicos, emigró al norte hace 3 mil años.
En su historia oral cuentan cómo se aliaron con los españoles contra los mexicas, y como los españoles los traicionaron y despojaron de sus mejores tierras. También cuentan que lucharon en la independencia, y que tampoco les ha ido bien con los gobernantes desde entonces.
El pueblo de Tamaletom tiene una concepción particular del espacio, sus calles son senderos de piedra, rodeados de flora y las casas se construyen en medio de patios ocultos por las plantas.
La situación, como para casi todos los pueblos originales de México, es mala. La pobreza obliga a a que los niños dejen las escuelas para trabajar en el campo, irse a las ciudades o buscar llegar a Estados Unidos.
Por lo pronto, estos 3 hermanos regresan de su escuela primaria.
En Tamaletom se lleva a cabo una ceremonia, los voladores huastecos, un ritual que se enseña de padre a hijo y que contempla música, danzas y ofrendas.
Arriba y abajo comienza la música y la danza, los voladores se enredan la cuerda y se lanzan.
El vuelo se ve bastante divertido, y me comentaron que si alguien quiere aprender a enredarse y bajar volando, están dipuestos a enseñarle. Digo, por si se animan.
Tras el vuelo la danza sigue con mayor fervor.
En ese momento las señoras del pueblo sacan los tamales de pollo envueltos en hoja de plátano, café de olla cultivado en la zona, enchiladas potosinas y agua de guayaba. Todo delicioso y muy barato, hasta perdí la cuenta de lo que me comí.
Esta de arriba es la cueva de Mantetzulel, el principal atractivo del pueblo del mismo nombre.
Pero además es el campo de juegos de Mario, que gusta de colgarse de las raices de los árboles que llegan al fondo de la cueva.
Detrás de él está uno de tantos sótanos o cavidades naturales que existen en la zona.
Otro lugar cercano es Tambaque, en donde hay numerosos ríos y cascadas.
Vea usted nomás la calidad de los manantiales y veredas.
Este es el sótano de las golondrinas, el segundo hoyo más profundo de la Tierra, con 376 metros de profundidad, o sea que le caben como 2 torres latinoamericanas.
Aquí también viven huastecos, como estas dos hermanas.
O como esta niña y su abuelita.
Ya para despedirme este es Tamtok, un sitio arqueológico huasteco que funcionó entre los años 200 y 1300.
Las estructuras son circulares y crean espacios muy interesantes, me interesó la proporción y la armonía que logran con todo el conjunto. Un laberinto de construcciones ordenadas en óvalos y formas alejadas de una pirámide tradicional.
Ahora que si nos les gusta la arquología pues...
Agarren aire porque falta mostrarles al "muchacho alegre", esta escultura de un gobernante del lugar que antecede a la famosa pintura desnuda que hizo Marge del Sr. Burns. Y sí, me tomé la foto vaciladora.
Pero bueno, la onda era llegar a esta pieza, que para empezar data de una fecha muy anterior a la ciudad, aproximadamente del 600 antes de Cristo. Y que está tallada en una técnica nunca antes vista en América, con materiales que no son de la región y con detalles estéticos que no corresponden a ninguna cultura mesoamericana. Noten a la derecha el pedazo de cabeza, tiene bien delineado un tocado en el cabello.
Y nomás por no quedarme con la espina, diré que me recuerdan a las "kori", un estilo de escultura griega que data justamente de la misma época.
Ya para irnos una postalita del Río Valles, a las afueras de Tamtok.
Y la luz del atardecer. A guardar la cámara y destapar las cervezas. Por hoy terminó la jornada de trabajo.
FIN